Su propuesta se suele basar principalmente en vestidos de fiesta característicos, todos ellos cargados de plumas y lentejuelas, con el objetivo de conseguir una imagen glamurosa para que sus clientes maduros puedan vestir cada temporada. “La temporada pasada fue en gran medida la chica fiestera, esta temporada es la chica de gala”, dijo el diseñador. En esta ocasión, ha optado por combinar la elegancia del viejo Hollywood con una actitud más valiente de la Generación Z, para que cualquier edad pueda verse reflejada en él. Se puede observar en puffers con diamantes de imitación o en detalles de dobladillos en las minifaldas. Incluso el vestido final de fiesta negro con una falda amplia y un escote que dejaba ver el abdomen, un claro guiño a las nuevas generaciones.