La Segunda Guerra mundial ya ha acabado en París y se huele un nuevo cambio social, un nuevo concepto de mujer. Christian Dior, era un enamorado de las flores, era un gran respetuoso de la figura de la mujer, y fue gran participe en las olas feministas.
Paris 1947, Dior expone su primera colección, revoluciona con un traje de dos piezas ceñido a la cintura y una falda de corte tulipa que deja ver los tobillos, acompañado de un clásico salón, ese fue el look que revolucionaría la moda parisina. Emulaba lo que siempre inspiró a Dior, las flores.
Maravillada ante este cambio transgresor en la historia de la moda la por entonces directora de “Harper Bazaar” lo definió como el “New Look”, se convertirá en el sello insignia de la marca reinventándose colección tras colección.
La idea de Dior, era una preocupación por la posición de la mujer en la esfera social. Ya no solo era una modelo, sin que se rodeo de un equipo detrás femenino, costureras, fotógrafas, estilistas, modistas se encargaban de la parte trasera de la marca, reflejando una mujer que poco a poco se va introduciendo en el mercado laboral.
Su muerte propicia hizo que Yves Saint Laurent tomará el mando de “La Maison du Fleurs” y desde entonces se han ido sucediendo numerosos diseñadores que han seguido compartiendo la idea fundamental de Christian Dior y era la divinización de la mujer, elevado a la delicadeza y belleza de una flor, dedicado a la divinización como diosas griegas o reinas de la historia, como haría John Galliano.
Galliano, era un joven y ambicioso diseñador que llegó a la Maison justo cuando la segunda ola feminista estaba por llegar, las mujeres ya estaban en el mercado laboral, pero seguían atadas a roles de genero seguían sin tener derechos, seguían sin ser libre de pensamiento, seguían y seguimos atadas al pensamiento social que nos viene impuesto.
John Galliano rompió la lineas, monstró la visión de la mujer como diosa, como empoderada, como una mujer poderosa, sin miedos, fuerte y luchadora, vestidos con transparencias nunca antes vistos, explicito pero virginal, conseguia mantener la elegancia de Dior, pero con un punto transgresor que acompañaba a la época de los noventa.
Galliano conservó y reinventó su versión el new look del 47, a capas de organza con gasa reconstruyendo cada tonalidad y monstrando su clara referencia a María Antonieta y la epoca victoriana francesa.
La época de los 90 estuvo marcada por las Top Model, y Galliano utilizó este fenómeno al igual que Versace para hacerlo suyo, vestía a sus musas y las divinizada, de esta forma les daba esa delicadeza, esa elegancia frágil, pero esa fuerza y dureza que acompañaba al empoderamiento de la mujer a finales del siglo XX.
Pero el tema a tratar no es la historia más feminista o no de La Maison, la importancia de esto es la actualidad, Verano 2017, Raf Simons deja la dirección de Dior, su suplente la carismática María Grazia Chiuri, ella monstraba el duo dinámico en Valentino, ahora era la directora de una de las casa más importantes en el mercado de la moda y así fue, llegó, y quemó todo, el fuego, elemento purificador, pero claro literalmente.
Ella asistió a la Charla Ted que impartió, Chimamanda Ngozi Adichie , y cuyo titulo introducía de forma explicita la temática “all should be feminist” “Todos deberíamos ser feministas”. Resulto tan inspiradora para la sociedad que Maria se vió inspirada y decidió introducir esta temática en su desfile de la colección Dior SS 17.
¿Y cúal fue el resultado de todo esto?
El resultado querido fue viral, fue un apoyo masivo, se agotaron las camisetas que rondaban los 500 euros, y todo el mundo hablaba de la charla de ted, de Maria Grazia, de una mujer en el máximo poder de una casa de moda, se hablaba de feminismo en las calles, se analizaba el streetstyle y todo bloguera que se preciara lucía la camiseta de moda, la camiseta que limpiaba el termino feminismo y que impulsaba a que todos deberíamos serlo.
Pero, qué paso, qué paso a la temporada siguiente.
Zara, Stradivarius, Pull And Bear, Bershka, H&M, y otras marcas low cost, se sumaron a la moda de visibilizar el feminismo, de empoderarse de verlo desde otra perspectiva.
Y es que el mundo de la moda, refleja las necesidades de los clientes, clientes como magazines, revistas, cuentas, perfiles, marcas de ropa y consumidores, todos saben de feminismo, y realmente ha sido positivo para el movimiento, ha sido positivo no tener miedo de decir que somos feministas, no tenemos miedo de eso y poco a poco la sociedad nos va acompañando.
Gracias Maria Grazia, tu primera colección para Christian Dior ha marcado un antes y un después en la sociedad. Poco a poco vamos viendo más actos, la camiseta “feminista” es un básico para toda marca low-cost, saben que vende, saben que se agota y saben que generan un movimiento social tan grande como el que estábamos viviendo estas últimas semanas en España.