Alejándonos de los vestidos largos más ostentosos hay muchísimos otros vestidos que con tan solo un cambio en los complementos se convierten en los perfectos aliados para tu día a día. Es así de simple, la clave son los accesorios. 

Desde vestidos estampados, lisos, abotonados, asimétricos, con volantes, con escote off-shoulder, con espaldas infinitas, hasta esos vestidos estilo camiseros o lenceros. Y es que con tantas opciones resulta fácil encontrar el vestido que mejor se adapta a tu cuerpo. 

Estos vestidos largos combinan a la perfección con cualquier tipo de calzado. Está comprobado. Lo hemos visto de la mano de modelos y influencers en las semanas de la moda más relevantes, en festivales de música y en las calles de las ciudades líderes en moda. 

Llévalo con tacones para darle un toque más formal y para aquellas noches de verano más alocadas. O bien, atrévete y llévalo con zapatos planos, como zapatillas de deporte totalmente atemporales (las icónicas Converse ‘Chuck Taylor All Star Classic’, las Vans ‘Old Skool’ o las míticas Adidas ‘Stan Smith’ de siempre), sandalias o alpargatas, un clásico del verano, convirtiendo de esta manera tu oufit en sinónimo de look casual y festivalero.