El director creativo de Saint Laurent apuesta por la simplicidad y el regreso a los fundamentos en su colección primavera-verano 2024
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Vaccarello se despoja de todo lo innecesario y comienza una nueva era para Saint Laurent. Así lo ha declarado en British Vogue: “Veo tantas cosas complicadas, tantos bordados, tantas cosas decorativas, que quise quitármelo todo, no hacer más de lo necesario. Quiero que Saint Laurent vuelva a algo muy limpio y básico, y de alguna manera comience un nuevo capítulo. Después de la temporada pasada, que fue muy entallada y muy nocturna, quería una colección sin ningún tipo de sastrería. Para mí es casi como empezar de nuevo”.
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Fue un desfile del más lujo silencioso en un espacio incomparable. Vaccarello lo trasladó desde su habitual mirador de la Torre Eiffel -cada año la toma como su propio accesorio de gran prestigio-, en la Place de Varsovie, a los terrenos reales del monumento. Aquí, construyó un espacio al aire libre decorado con estructuras de mármol similares a los interiores de Mies van der Rohe en la Neue National Galerie, donde presentó su show masculino el pasado junio.
Vaccarello toma de inspiración a Adrienne Bolland o Amelia Earhart, mujeres pioneras, en este caso en la aviación. Buscaba ir contra corriente; la ausencia de vestidos muy cortos y entallados por el resurgir de pantalones cargo y sobrecamisas relajadas.»Hoy veo muchas cosas que se parecen a Saint Laurent. Quiero saltarme eso y proponerle algo nuevo a esa mujer: ser la primera en marcar una nueva tendencia, ser diferente a lo que te rodea”, explica.
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Ha querido rendir homenaje a la chaqueta saharienne, legado del propio Yves Saint Laurent y pieza protagonista en cada look de la pasarela. Una prenda que personifica esa atemporalidad, que el fundador trajo de sus años viviendo en África y tanto revolucionó la moda parisina de los años 60. Los vestidos de noche de Vaccarello, que a menudo forman un segundo desfile dentro del primero, se redujeron a tres vestidos largos de muselina.
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Vaccarello marca el contraste de su propuesta de «moda a lo reducido» subiendo el volumen del maquillaje y de los complementos que acompañan a cada prenda. 49 looks con aire ochentero, cabellos engominados y aretes dorados gigantes con formas cónicas. Además de guantes de cuero marrón, rodeados de enormes brazaletes de metal, gafas maxi de aviador, pañuelos al cuello y tacones altísimos de gran poder. Es indudable que con Saint Laurent nada es casualidad, ni la ropa ni el lugar; quizás han buscado el diseño de una nueva colección con una visión más pragmática para el regreso a la gloria.
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