Hablar de moda parisina es hablar de talento a manos del Káiser alemán con traje y gafas negras, incluidas.
A estas alturas del partido, no hace falta explicar quien ha sido el Director Creativo de Maison Chanel (durante 35 años), colaborador de Fendi, y propietario de su marca homónima Karl Lagerfeld.

La historia de amor por la moda se remonta a años atrás, donde la mayoría de nosotros (por no decir todos) ni siquiera habíamos nacido, antes de las redes sociales, las pasarelas en streaming, los followers y el espectáculo de las alfombras rojas.
El modisto empezó en Balmain con 22 años, y la rueda fue girando -como de un engranaje perfecto se tratase- de forma automática. De Balmain a colaborador de Chloé y Fendi, hasta que en 1983 se puso ante las riendas de la firma parisina Chanel, hasta sus últimos días.
Reinventó Chanel sin perder la esencia de Coco, elevó la Maison a otro estadio superior, con pasión por los colores monocromáticos, las perlas y el tweed.

De un gusto exquisito, siempre rodeado de las mejores modelos de todas las décadas convertidas en musas de Chanel durante años, como Inés de la Fressange, Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Christy Turlington hasta Cara Delevigne o Gigi Hadid.
Con una personalidad característica, excéntrica y cargada de afirmaciones que no siempre fueron aplaudidas, Karl Lagerfeld nos deja un legado excepcional. La sensibilidad por la moda, y su habilidad para captar y crear piezas únicas e icónicas.



Su personalidad estridente que definió él mismo como “Un gran sentido del humor y un poco de falta de respeto: eso es todo lo que necesitas para que tu leyenda sobreviva”. Y es una obviedad que Karl Lagerfeld poseía una mente creativa muy por encima de los mortales que nadie en la industria de la moda ha sido capaz de cuestionar.
El legado no hace falta que alguien lo escriba, solo hace falta salir a la calle, pasear por París, Nueva Work, Milán o Londres para ver que la leyenda perdura y perdurará, por muchos años, en cada bolso Grabrielle, en cada traje con falda de tweed o en cada cinturón de cadena con logo de Chanel.


El Streetstyle de todas las Fashion Weeks del mundo hacen viva la leyenda de Chanel, y por supuesto, la de Karl Lagerfeld, año tras año, década tras década.
Son el reflejo de un personaje tan icónico como enigmático, que nos ha dejado a la edad de 85 años, pero jamás nos despedimos de aquello que nunca desaparece, y la leyenda del diseñador permanecerá en el mundo de la moda como un hito.
Hasta siempre Karl .

Y bienvenida Virginie Viard, sucesora de Chanel y mano derecha de Karl durante más de 30 años.
CREDITS FROM Obran Thierry/Abaca, Dessons Eric/JDD7Abaca, Cordon Press, Getty Images & Vogue.es

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