¿Se podría decir que tatuajes y moda van de la mano?
Cada día vemos a más y más gente tatuada. Lo vemos en las redes sociales, en los festivales y en las pasarelas. O sin ir más lejos, en la calle y también en las playas. Desde cantantes, actores, influencers y modelos, incluso los has visto en aquellas personas que forman parte de tu círculo más próximo.
Antes, la palabra ‘escándalo’ era lo que ocurría a cierta gente al ver a una persona que llevara un tatuaje en alguna parte de su cuerpo. Pero ahora definitivamente podemos decir que los tatuajes se han normalizado; han dejado de ser sinónimo de rebeldía y han dejado de ir asociados a un estilo en concreto. Porque los tatuajes los llevan personas de múltiples estilos, completamente distintos.
Es así, los tatuajes forman parte de nuestra sociedad. Y, es más, se han impuesto al mundo de la moda y las pasarelas hasta el punto en que se han convertido en una clara tendencia, y no precisamente pasajera.
En un principio se veían solo en los hombres; en marineros y criminales. Pero fue a finales del siglo XX cuando este arte corporal fue finalmente aceptado en las mujeres.
Pero ¿cómo se abrieron paso en el mundo de la moda?
Uno de los primeros diseñadores que los introdujeron en las pasarelas fue el diseñador belga Martin Margiela en 1989. Aunque no lo hizo de manera directa en la piel sino con un tul transparente lleno de dibujos simulando tatuajes en la piel de una modelo.



No fue la última vez que se decantó por mostrar esta tendencia en las pasarelas porque unos años más tarde en su colección inspirada en el tatuador americano Keith Collins o más conocido como “Sailor Jerry” por sus famosos tatuajes de estilo marinero, los tatuajes volvieron a ser los elementos estrella que acapararon todas las cámaras al utilizarlos como bordados en las prendas de ropa.
Jean Paul Gaultier, diseñador francés, apostó por esta tendencia en 1994. Atribuyó a su colección de primavera-verano el nombre de Les Tatouages, decorando los cuerpos de los modelos con tatuajes tribales tanto en las prendas de ropa como en la propia piel. Y en 2008 lo volvió hacer en su colección de primavera con tatuajes recordando la tradición japonesa.

Otras marcas de alta costura no se quedaron atrás y también rindieron homenaje al boom por la tinta. En 2009 Chanel lo hizo en una de sus colecciones; con tatuajes efímeros en el cuerpo de las modelos, como si fuesen de verdad. Louis Vuitton, en 2011, la casa de moda francesa liderada en ese momento por el director creativo Marc Jacobs contó con la colaboración del tatuador Scott Campbell para que decorara los bolsos, accesorios y piel de los modelos con gráficos parecidos a tatuajes. También en 2012, en el desfile de Victoria Secret, donde Stephanie Tamez, tatuadora profesional, pintó el cuerpo de la modelo Liu Wen con dibujos, simulando tatuajes verdaderos.

Y es que claramente no han dejado de ser una fuente de inspiración para muchos diseñadores. Pero los tatuajes van más allá. Hay modelos que gracias a sus tatuajes han alcanzado la fama rápidamente. Stephen James es un claro ejemplo de ello. Su cuerpo lleno de atrayentes y espectaculares tatuajes (encontramos la Reina Isabel II y Salvador Dalí en sus hombros, Frida Kahlo e incluso Betty Boop) le dan un look que lo hacen único y que han hecho que se haya convertido en uno de los más buscados por las agencias de modelos más importantes.
Y es por todo esto por lo que podemos decir que actualmente los tatuajes están más de moda que nunca. Y podemos afirmar que SÍ; moda y tatuajes van de la mano.
CREDITS:
Pinterest & Vogue.
Gala Resplandis