La Unión Europea da un ultimátum al sector textil en su reconversión hacia una industria más sostenible. En un plazo de cinco años la economía circular dejará de ser un anhelo para convertirse en una imposición por ley.
El sector se prepara para recibir una larga lista con nuevas normativas para cambiar el modelo industrial y que así, la responsabilidad de los productores se extienda hasta el final de la vida del producto.
El gran impacto medioambiental del sector
La necesidad de una legislación más dura viene a causa de la gran cantidad de desperdicios que produce el sector de la moda. Las empresas reciclan menos del 1% de la producción.
En Estados Unidos, el mayor mercado de consumo para la moda, un 65,2% de los residuos textiles terminan en vertederos, un 18,7% se incineran y sólo un 14,5% se reciclan, según datos de la Agencia Estadounidense para la Protección Medioambiental (EPA, en sus siglas en inglés).
Mientras tanto en Europa, pese al aumento de la tendencia hacia la sostenibildiad, los europeos consumen, de media 26 kilos de textil al año, y se deshacen de unos once kilos anualmente.
Con el auge de la moda rápida, en 15 años se ha duplicado la producción textil en el mundo. Si se mantiene ese ritmo de crecimiento, en 2030 la industria textil habrá aumentado su consumo de agua, de emisiones de CO2 y la generación de residuos entre un 50% y un 63%.
La UE prepara una amplia legislación para tomar medidas al respecto
Por estos motivos la UE pretende que los productos fabricados en la Unión sean más duraderos, fáciles de reutilizar, reparar y de reciclar.
Se busca que la fabricación esté orientada a la sostenibilidad medioambiental. Es por ello que se dará prioridad al diseño y producción de economía circular, es decir, que las prendas vuelvan a ser recursos útiles, vuelvan a la cadena de valor y que así no acaben en el vertedero.
Las empresas deben, primero, dejar de destruir el stock sobrante y después, encargarse de recoger las prendas que sus clientes quieren tirar y darles una nueva vida.
A partir del 2022 la ley de Residuos obligará a los fabricantes a recoger los residuos posconsumo, ya sea con un punto de recogida en tienda o por vías alternativas. Después, llegará el siguiente paso: deberán establecerse objetivos de reutilización y reciclado para esos desechos. Empresas como Intimissimi y H&M ya ofrecen descuentos en sus compras a aquellos clientes que entreguen las prendas que normalmente desecharían.
Los datos hablan por sí solos. Una reconversión de la moda hacia la sostenibilidad es más que necesaria. Algunas empresas de retail están empezando a contrarrestar estas tendencias con iniciativas para reducir la contaminación textil y cultivar algodón de manera sostenible. En marzo, la ONU lanzó la Alianza para la Moda Sostenible que coordina los esfuerzos de diversas agencias para que la industria sea menos contaminante.
Sin embargo, es tarea de todos contribuir a minimizar el impacto medioambiental del sector de la moda. Antes de tirar esas prenda pasada de moda piensa en si puedes darle un nuevo uso, el medio ambiente te lo agradecerá.

M. Belén Crimi y Nuria Bou