Soy una persona que adora lo simple. Me encanta no tener que comerme demasiado la cabeza a la hora de vestirme, y es por eso que llevo un tiempo decantándome por el estilo monochrome. Normalmente se suele combinar negro y blanco hasta conseguir un total look, pero también puede conseguirse combinando ropa de un mismo color o incluso añadiendo algún complemento que no reste sencillez al resultado.

Este estilo siempre ha tenido muy buena reputación y ha dotado de elegancia a la persona que decidía llevarlo. Combinando estos colores que dan un enfoque de alto contraste, se puede conseguir un outfit tan formal o tan relajado como se desee. Es muy fácil de mezclar y combinar, no necesita gran esfuerzo y además el resultado te dejará satisfecho. Esto no quiere decir que tengas que llenar tu armario de ropa blanca y negra exclusivamente, pero puede ser muy práctico que tengas varias de estas piezas monocromáticas para salir del apuro si algún día no sabes qué llevar y tienes prisa.

Este estilo no sólo hace que sea más fácil combinar tu ropa por las mañanas cuando te vistes, sino que también es perfecto a la hora de viajar. El blanco y negro será instantáneamente tu mejor amigo. Incluye algunos accesorios sencillos pero llamativos: un collar llamativo, una bufanda estampada, un bolso metálico…y el mismo atuendo se podrá llevar fácilmente del día a la noche. Podemos incluir algunos destellos de color de igual forma: una corbata roja, un broche con gemas… es todo lo que necesitas para preparar una maleta realmente práctica.

Mi parte favorita de este estilo es que no hay reglas: es una combinación de colores que no está dictada por el cambio de estación. Absolutamente todo vale. Aunque sí podemos fijarnos en las texturas y combinarlas de distintas formas para así conseguir un look un pelín más elaborado (cuero, encaje, algodón…)

Voy a enseñaros varios looks que me encantan para que así podáis inspiraros y crear los vuestros propios.



 







@celiamedina

Scroll al inicio